Día 3: Junqueras da un mitin y Forn admite que el 1-0 fue ilegal
(14/02/2019) Los dos antiguos dirigentes catalanes, en prisión provisional desde noviembre de 2017, eligen estrategias de defensa muy distintas.
(Original publicado: 14/02/2019)
El tercer día del juicio de los doce separatistas catalanes en el Tribunal Supremo en Madrid dio lugar a los primeros testimonios de los acusados, el antiguo Vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y el antiguo Consejero de Interior, Joaquim Forn.
Cada uno eligió una estrategia de defensa muy diferente. El Sr. Junqueras ejerció su derecho a no responder a las preguntas de las acusaciones, haciéndolo sólo a las de su propio abogado, con toneladas de ideología y mensajes políticos de por medio. El juez Marchena no dio permiso a Vox para enumerar una lista de preguntas sólo para que constara en acta.
El Sr. Forn, al contrario, contestó a las preguntas de la Fiscalía y de la Abogacía General del Estado, además de las de su propia defensa y varias más, de manera directa, complaciente y en profundidad, pero rechazó contestar a las de Vox, la acusación popular.
El Sr. Junqueras, nervioso, agitado y emocional, habló por primera vez en público desde que fue encarcelado en prisión provisional en noviembre de 2017, calificó inmediatamente a todo de "juicio político" y anunció que se consideraba "un preso político".
"Fui nombrado Vicepresidente del Govern y fui cesado por el 155."
Dijo que "somos independentistas porque somos demócratas", y que "antes que republicanos somos demócratas, y antes que demócratas, buenas personas", añadiendo que “nunca, nunca, nunca, nunca” habían propuesto el uso de la violencia.
"Desde mi punto de vista, nada de lo que hemos hecho es delito, nada."
Dijo que se le acusaba "por mis ideas, no por mis hechos".
"Votar en un referéndum no es delito, trabajar por la independencia de Cataluña de manera pacífica no es delito, nada de lo que hemos hecho es delito. De los delitos que nos quieren atribuir no hemos hecho ninguno."
"Amo a España y amo a las gentes de España y a la lengua y cultura españolas", llegó a declarar.
Tras anunciar el magistrado Marchena una pausa para el café a las 12:00 horas, el Sr. Junqueras, entusiasta, anunció "¡Lástima, ahora que íbamos lanzados!".
Cuando se retomó la sesión, parecía centrarse de manera algo más directa en las preguntas de su abogado sobre los hechos, y no su ideología.
Negó haber intentado obstaculizar el registro del edificio de Economía el 20 de septiembre de 2017, negó haber sabido que existía un documento estratégico clave llamado Enfocats—que la Fiscalía cree que describía todo el plan con bastante antelación—y negó que se hubiesen destinado fondos públicos al referéndum del 1 de octubre.
Sí confirmó, sin embargo, que el gobierno autonómico había decidido seguir adelante con la votación, "porque nuestra obligación es proteger los derechos de los ciudadanos, como el derecho al voto".
Dijo que había presenciado cómo "algunos" policías ejercían la violencia, pero "evidentemente no todos" y alegó que "el objetivo de aquella violencia que se ejerció contra los votantes no era para impedir que pudiesen votar, era para generar un ambiente de crispación al cual afortunadamente nadie respondió con aquella violencia".
FORN ADMITE QUE EL 1-O FUE ILEGAL
Cuando Joaquim Forn se sentó una hora antes de la hora de comer, el tono de la sesión cambió bruscamente, hacia más precisión, más detalles sobre los acontecimientos reales y más disposición a responder a las preguntas de las acusaciones.
Dijo que reconocía la autoridad del Tribunal Constitucional, a pesar de su composición "política", y que Carles Puigdemont le había ofrecido el puesto como Consejero de Interior.
El fiscal Fidel Cadena pareció mostrar cierta satisfacción al recordarle al Sr. Forn que el representante del Estado español en Cataluña era el mismo Sr. Puigdemont.
"Dije que compartía el compromiso de llevar adelante el referéndum", dijo el Sr. Forn.
A pesar de ser el Consejero de Interior, negó haber dado muchas órdenes directas a los Mossos d'Esquadra, negó haber participado directamente en la ejecución del referéndum, y aseguró al tribunal que había cumplido las órdenes judiciales en ese momento, reconociendo también que había recibido las advertencias del Tribunal Constitucional sobre las posibles consecuencias delictivas de sus acciones.
Con respecto a los acontecimientos del 20 de septiembre de 2017, en la Consejería de Economía, admitió que miembros de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) habían formado el estrecho pasillo por el que podrían haber pasado los detenidos y los funcionarios judiciales, y que pedir a los organizadores que proporcionaran personal de seguridad y de enlace con la policía era "habitual" en las manifestaciones.
Admitió, sin embargo, que el comité judicial y los agentes de la Guardia Civil estaban en el edificio a las 8:00 horas ese día, y que no podían marcharse hasta "alrededor de las 23:00 horas". También dijo que sabía que se habían dejado algunas armas en los vehículos de la Guardia Civil, al albur de la multitud, pero que era responsabilidad de la Benemérita vigilar esas armas.
Dijo que sabía que se habían organizado "19 ó 20" otras manifestaciones el 20 de septiembre, "en varios lugares".
Admitió que el referéndum del 1 de octubre era ilegal, y utilizaba ese hecho para explicar cómo los Mossos habían calculado las horas extras para los agentes, afirmando que habían trabajado un total de 92,000 horas ese día, en comparación con un total mucho menor el 21 de diciembre, cuando se llevaron a cabo elecciones autonómicas y cada agente tuvo cuatro horas libres para ir a votar.
Reconoció que la Justicia había ordenado que el referéndum se impidiera cinco veces.
Sobre una reunión policial clave el 28 de septiembre, el Sr. Forn dijo que se había advertido a los asistentes de la posibilidad de confrontación, de las probables actividades de los grupos CDR y de la extrema derecha, pero que "si quiere deducir que a partir de este documento [sabíamos que habría violencia] le digo absolutamente que no".
Durante la sesión de tarde, mientras continuaban las preguntas de la Fiscalía y de su propio abogado, el Sr. Forn dijo de forma repetida que no recordaba ciertos detalles clave, "me es imposible recordarlo", "no recuerdo", o "no lo sé".
Dijo que no había tenido conocimiento de que los Mossos vigilaban a la Guardia Civil y la Policía Nacional el 1 de octubre, y contestó varias veces, sobre otros datos, que sólo se había enterado en un momento posterior.
Sobre el tema de los efectivos y la logística policiales, argumentó que nunca hubo agentes suficientes—6.000 guardias civiles y refuerzos de la Policía Nacional, más 7.000-8.0000 Mossos) para impedir que se llevara a cabo la votación.
"Yo no dirigí el operativo, es imposible decirle cuántos había en cada momento. No le puedo decir exactamente."
También dijo que había tenido una "conversación subida de tono" con el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Milló—que está en la lista de testigos para más adelante en el juicio—la mañana del 1 de octubre, y que en algún momento posterior a esa conversación, las intervenciones policiales en los colegios electorales se habían detenido.
El juicio continuará el próximo martes por la mañana a las 10:00 horas.