Día 6: Vila dice que fueron aprendices de mago y Jordi Sánchez destaca la "absoluta normalidad" del 20-S
(23/02/2019) Los manifestantes y las urnas se autorregularon, dice el antiguo presidente de la ANC; Vila niega que hubo gasto público en la votación.
(Original publicado: 23/02/2019)
En el sexto día, declararon el único ex consejero del Gobierno catalán que dimitió antes de la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017, Santiago Vila, y el primer acusado que no era consejero autonómico, Jordi Sánchez, el antiguo presidente de la Asamblea Nacional Catalan (ANC).
"La legislatura se había iniciado con una presión muy fuerte por parte de la ciudadanía y de los partidos para que el Gobierno tomara una decisión unilateral", dijo el Sr. Vila: "La argucia o decisión fue […] que el Gobierno iba a trabajar para conseguir un referéndum […] se iba a intentar acordar algún tipo de consulta".
"A pelota pasada…" quizás habrían decidido otra cosa, afirmó, calificando el 1 de octubre de tan sólo "una gran manifestación política".
"Había un discurso independentista reivindicativo legítimo" y la razón "por la que cada ciudadano se movilizó no se lo puedo decir".
Negó, como todos los demás acusados, que se gastara dinero público en la votación y explicó que con la campaña de publicidad Civisme, los anuncios de las vías del tren, "se han acogido al margen que tienen de publicidad gratuita" en TV3, la televisión autonómica controlada por el Gobierno catalán.
"Insisto […] no habría ninguna posibilidad de llevar a cabo ningún gasto que no fuera visto por todos". Aludió a que, en todo caso, los gastos que hubo fueron sufragados por un "mecenas catalanista".
Tampoco sabía nada sobre cómo llegaron las urnas o las papeletas a los colegios electorales, "supongo que por la vía de la iniciativa civil", "la casuística es tan variada…".
Explicó que había llevado a cabo una "interlocución" con el Gobierno central, "sería excesivo decir una negociación pero sí una aproximación", a instancias del Sr. Puigdemont, para "evitar el despropósito, que esto acabara mal", y que pensaba que había un acuerdo para celebrar elecciones anticipadas, "pero el 25 de octubre por la noche se rompió todo".
"Fuimos aprendices de mago ante la presión de las redes sociales."
Dimitió en la noche del 26 de octubre, horas antes de la declaración de independencia.
"Visto con perspectiva, quizás se tendría que haber gestionado este conflicto de otra manera y haber evitado estar en este tribunal", declaró.
Jordi Sánchez, el antiguo presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) arrancó con una declaración reivindicativa, "me considero un preso político y esto es un juicio político" y "todas las acusaciones son falsas".
Llegó a dar una clase sobre "la lógica del Estado de derecho" a los magistrados del Tribunal Supremo.
La ANC, testificó, siempre se había manifestado "con absoluto respeto a las normas de civismo" y de manera "absolutamente pacífica".
El 20 de septiembre de 2017, uno de los acontecimientos claves del juicio, "los hechos se fueron acumulando, casi simultáneamente por los medios, las redes y el mensaje de alguna persona". Negó que hubiese convocado a la multitud. Se había enterado por "la divulgación mediática" y algún mensaje.
No recordaba si había recibido un mensaje o una llamada de la antigua secretaria general de Esquerra (ERC), Marta Rovira, a primera hora para avisarle, "hablé con Marta Rovira tres o cuatro veces a lo largo del día".
Asumió la redacción de los mensajes en su cuenta de Twitter.
"Cuando llegué a la sede de la Consejería, había centenares de personas en una imagen de absoluta normalidad, y muchos medios de comunicación."
También habló "varias" veces con el jefe de los Mossos d'Esquadra ese día, Josep Lluis Trapero, para gestionar un pasillo entre el público, cuando un Teniente de la Guardia Civil le comunicó que había armas largas en los vehículos, "eso a mi generó una tensión…", y para gestionar la eventual salida de la comitiva judicial.
La ANC tenía un servicio de orden con voluntarios, "con autoridad moral" y vestidos con petos verdes para gestionar la entrada al edificio. Según el testimonio del Sr. Sánchez, destacaba "la absoluta normalidad que se respiraba dentro del edificio"
Afirmó que no se enteró del daño a los vehículos de la Guardia Civil hasta las 18:00 o las 19:00 de la tarde del día 20, y que "pusimos todas las facilidades para poder garantizar ese acto de presencia" de los detenidos que tenían que acudir al registro de sus despachos: "no se estaba dificultando la labor de la comitiva judicial".
Negó que se pusiera en riesgo la integridad física de los agentes: "Lo que se me había solicitado, un pasillo, estaba formado y estaba a su plena disposición", o que su responsabilidad ese día fuera más allá del pasillo en la puerta: "niego la mayor, yo no asumo la seguridad de nada".
También afirmó que el Vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqeras, había acudido a la sede del departamento para "saber si el pasillo estaba abierto y si podía entrar".
A preguntas de la Abogacía del Estado, admitió que no había recibido llamadas de ningún miembro del Gobierno autonómico para desconvocar a los manifestantes ese día.
Si la Guardia Civil no podía abandonar el edificio hasta las siete de la mañana del día siguiente, era porque no habían llegado las grúas para retirar los vehículos dañados.
"El relato de un intento permanente de asalto es radicalmente falso."
Preguntado si las armas largas de los agentes de la Guardia Civil permanecieron dentro de los vehículos, contestó "supongo".
"¿O no estaban", insistió el fiscal. "No comprendo la pregunta, ¿qué quiere decir que no estaban?", respondió el acusado: "ningún voluntario de la Asamblea abriera la puerta de ningún vehículo".
Tampoco se hicieron cargo de las urnas para el 1 de octubre, según la versión del Sr. Sánchez, aunque admitió que la ANC había animado a los ciudadanos a imprimir papeletas en casa.
El fiscal le preguntó si conocía a un tal Xabi Strubell y el Sr. Sánchez lo negó, "no sé quién es". El fiscal le sacó el correo del Sr. Strubell y el Sr. Sánchez le contestó que "es la primera vez que veo ese correo".
El fin de semana del 1 de octubre, los centros educativos "decidieron autorregularse".
"El derecho a una resistencia no violenta es un acto de protesta legítimo. No debe conllevar violencia por parte de la autoridad policial."
Como todos los demás acusados que han declarado en las primeras dos semanas del juicio, negó conocimiento del documento estratégico Enfocats, "un documento aprócrifo y genérico" redactado por alguien "que no conoce la realidad".
El abogado del Sr. Sánchez mostró al tribunal varias imágenes del exterior y del interior del edificio el 20 de septiembre, en las que se podía ver a los voluntarios, algunos mayores, con sus petos verdes en la puerta o al acusado conversando con el Teniente de la Guardia Civil.
Igual que los acusados anteriores, ni el Sr. Vila ni el Sr. Sánchez han aceptado preguntas de Vox, la acusación popular.
El juicio sigue el próximo martes, 26 de febrero, con las declaraciones de Carme Forcadell, la antigua Presidenta del Parlamento catalán, y Jordi Cuixart, el presidente de Omnium Cultural.