El ofensivo cartel playero de Irene Montero y una sugerencia para salvar la imagen dañada de España
(31/07/2022) Photoshopear piernas peludas a una señora con prótesis en la vida real o ponerle un pecho a otra con doble mastectomía no tiene solución.
El Ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero (Podemos), ha conseguido esta semana un sonado resultado en el terreno de la estupidez gubernamental, con implicaciones profundamente negativas para esa idea conocida como Marca España y una falta de control que muy probablemente terminará en los tribunales y fácilmente podría costar al contribuyente español al menos varias decenas si no cientos de miles de euros en compensación para las mujeres que ha logrado ofender de manera flagrante en un instante.
"Creo que han usado mi cara para ponerla en la señora con un pecho", escribió Juliet Fitzpatrick en su Twitter: "¿Pueden decirme qué imágenes han usado para construir a esta mujer? No tengo pechos y no estoy contenta si mi cara se ha puesto en un cuerpo con uno. Estoy furiosa si la imagen se ha usado sin consentimiento".
"Se ha robado una de las fotografías de la serie 'Mastectomia' para usarla en un 'anuncio' del Gobierno de España de manera despectiva", escribió la fotógrafa Ami Barwell: !Esta fotografía está sujeta estrictamente a derechos de autor y no di permiso a @InstMujeres y @ArteMapacheArt para su uso".
"No sé ahora mismo ni cómo explicar la cantidad de rabia que siento", dijo Sian Lord en un vídeo en Instagram: "el Gobierno español usando mi imagen para una campaña de positividad corporal pero han quitado mi pierna ortopédica. Estoy literalmente temblando con la rabia que tengo".
Nyome Nicholas-Williams contó a la BBC que pensaba que era "mal educado y una falta de respeto" que el Gobierno español hubiese cogido su foto de Instagram sin decirle nada, para usar en el cartel: "Estoy molesta porque si me lo hubiesen preguntado desde el principio, podría haber tomado una decisión, probablemente habría dicho que sí".
La diseñadora subcontratada por el Ministerio de Igualdad admitió en Twitter que había utilizado las imágenes de las mujeres sin su consentimiento para el cartel playero y admitió además que había usado una tipografía sin la correspondiente licencia. Dijo sentirse "inspirada" por las imágenes de las modelos para su cartel. El Instituto de la Mujer, entidad dependiente del Ministerio de Igualdad, tuiteó una disculpa y dijo que no sabía que las imágenes utilizadas "eran de modelos reales". Hasta el momento no ha habido declaraciones de la ministra, ni tampoco rueda de prensa al respecto.
Es difícil imaginar una forma más estúpida de lanzar una campaña de publicidad nacional, que había empezado a volverse viral a nivel mundial por las razones correctas, pero que rápidamente se volvió aún más viral una vez que la verdadera historia empezó a salir a la luz, mientras ofendía a las mismas mujeres que se suponía que quería defender o promover, y de una manera personal tan terriblemente ofensiva contra algunas en concreto que ya están defendiendo con gran valentía la causa objeto de la campaña.
¿A quién se lo ocurre que es una buena idea primero robar todas las fotos y luego editar la cara de una superviviente de cáncer real en el cuerpo de otra mujer, devolviéndole un seno, y luego también eliminar con Photoshop la pierna ortopédica de otra mujer para ponerle unas piernas peludas y añadirle de paso unas axilas peludas? Al Ministerio de Igualdad de Irene Montero.
Ahora que el daño está hecho, y a pesar del recurso absolutamente justificado de las señoras en los tribunales españoles por tamaño atentado contra su honor e imagen, la ministra quizás aún podría salvar la campaña no sólo pagándoles una gran cantidad de dinero, además de arrastrarse de forma reiterada con las disculpas sinceras, sino también invitándoles a todas a España con sus parejas o amigas para divertirse juntas en las playas. Un recorrido de un mes por las mejores playas del Reino, pagado por el Ministerio. Las mujeres reales, con sus cuerpos reales, no las versiones falsas en Photoshop, en playas españolas reales contando historias reales a otras personas y periodistas reales, y a todos sus seguidores en las redes sociales. Y, por supuesto, pagándoles generosamente por ese nuevo esfuerzo también.
Quién sabe si aceptarían pero quizás así la Sra. Montero podría arreglar la enorme cagada que su Ministerio acaba de cometer y salvar la imagen de España ante el mundo.