¿El plan de Rivera hundirá a Ciudadanos en las próximas elecciones generales?
(30/07/2019) Escora al partido hacia la derecha y mantiene el rumbo pese a una docena de dimisiones.
(Original publicado: 30/07/2019)
El Financial Times publicó un editorial sobre España hace dos días, pero parece que se han perdido los últimos dos meses de la política española. Si bien señaló de manera correcta el "estancamiento" de la situación, el periódico recomendó a Ciudadanos "repensar su oposición a una coalición" para otorgar a Sánchez una mayoría estable, que dicha coalición podría permitir "una mayor autonomía regional, mientras se mantiene intacta la soberanía del Estado español" y "las tensiones por la independencia de Cataluña podrían disiparse".
Tras sus inicios en Cataluña en la izquierda y tras el abandono oficial de la socialdemocracia por el liberalismo en el 2017, desde las elecciones generales de abril ha sido obvio que a Albert Rivera le gusta su nuevo gran cambio estratégico para dominar la derecha en España. Sánchez lo vio antes de la campaña—"debe tener un armario lleno de chaquetas, el pasado domingo dejó la chaqueta del supuesto liberal y se ha puesto una chaqueta que huele a naftalina, la de la ultraderecha"—y desde entonces no han parado.
Ni siquiera se hablan; lejos están de ser socios de coalición. El portavoz fiscal de Ciudadanos, Francisco de la Torre, se unió a la lista cada vez más larga de líderes y fundadores centristas favorables a un acuerdo con el PSOE y dimitió a finales de la semana pasada con una potente carta de despedida y una entrevista bomba en El Confidencial: "el líder de mi partido no acudió a una reunión con el presidente y no le cogía el teléfono".
El fundador de Ciudadanos, Francesc de Carreras, catedrático de derecho constitucional, publicó una carta abierta al Sr. Rivera en junio: "No entiendo que ahora nos falles, Albert, que nos falle Cs, que el joven maduro y responsable se haya convertido en un adolescente caprichoso que da un giro estratégico de 180 grados y antepone supuestos intereses de partido a los intereses generales de España".
Luego se supo que el Sr. Carreras ya se había dado de baja del partido en abril, antes de las elecciones generales. Subrayando el cambio ideológico están los acuerdos autonómicos que Ciudadanos está haciendo, o permitiendo que se hagan, con Vox, a pesar de la negativa pública a reconocerlos.
Desde la perspectiva de este nuevo cambio importante en la ideología básica del partido, Sánchez es "el enemigo a abatir", dice el Sr. de la Torre, con quien el Sr. Rivera tampoco había hablado en los dos meses antes de dimitir. El ex portavoz fiscal, Inspector de Hacienda, ya no sabe cuál es el plan económico del partido. Describe la investidura de Sánchez que acaba de ver todo el país en directo de "desconfianza total". La coletilla cansina más repetida por el Sr. Rivera durante el debate ha sido "la banda de Sánchez".
El Mundo informó en febrero, de hecho, que fue la decisión de Ciudadanos de participar en la manifestación de derechas en Colón (Madrid) que alentó a Sánchez a adelantar las elecciones generales a finales de abril. En su carta, el Sr. de la Torre dijo que esta nueva versión del partido estaba desperdiciando todo el talento y el arduo trabajo que se había dedicado a construir en la legislatura anterior. La nueva posición a ultranza de Rivera obligaba al socialista a elegir entre "la repetición electoral o la constitución del gobierno más radical de la historia de España".
"Nos tenemos que conjurar para desmontar el plan de Pedro Sánchez", dijo Rivera ayer, presentando a los nuevos mandos leales a Rivera. Cree que el partido ha aumentado su cantidad de diputados de 32 a 57 porque quieren "gobernar España y desmontar el Plan Sánchez, que es lo mismo".
El líder de Ciudadanos ha mantenido su nuevo plan a largo plazo para dominar la derecha—no muy diferente al deseo de Pablo Iglesias de intentar dominar la izquierda hace unos años—a pesar de la docena de dimisiones centristas de alto nivel y durante todo el debate de investidura en el Congreso. Son consecuencias reales, así que él claramente cree que es el camino a seguir.
Sólo las próximas elecciones dirán si tiene razón o no. Después de haber obtenido el 16% de los votos el 28-A, el partido ha perdido 3 ó 4 puntos en las encuestas, con tendencia a la baja, y en estos momentos está alrededor del 12,5%.