Haber hecho los deberes Covid, señores políticos
Gobierno y oposición sabían desde que lo aprobaron que el estado de alarma nacional acabaría este fin de semana.
"No sé ni yo ni nadie en España lo que va a pasar en los próximos días", ha asegurado Fernando Simón en la rueda de prensa de este lunes, confirmando así que la nueva fase del gran expermiento Covid nacional ha comenzado. "Estoy decepcionado hasta conmigo mismo, no he sido capaz de transmitir el mensaje ni a la población ni a los políticos", se lamentaba, casi en tono derrotado, añadiendo que no se podía imaginar lo que deben pensar los sanitarios en los hospitales esta semana, tras la gran cantidad de imágenes de jóvenes de fiesta en la madrugada del sábado en ciudades de todo el país que se han visto en la televisión; "Hasta hace dos días habría dicho que podíamos esperar que la tendencia descendente observada en los días previos continuara", ha añadido.
"Libertad", gritaban en las plazas en los vídeos, muchos sin mascarilla, "¡ciao al Covid!", "Spain is free!", "¡Se ha acabado el estado de alarma...!". Los jueces en distintas comunidades autonómas lo tienen claro pero cada uno a su manera. Unos aceptan restringir el tamaño de los grupos, otros no; unos aceptan restringir un poco los movimientos de los ciudadanos, otros no; unos aprueban un toque de queda nuevo, otros no. Miquel Iceta, el Ministro de Política Territorial, ha dicho esta mañana que el Gobierno nacional apoyará si eso una solicitud autonómica de estado de alarma Covid regional. Como pudimos ver la semana pasda, las cifras de casos, de hospitalizados y de vacunados son muy dispares por todo el país.
España ya ha estado aquí. Por eso se hizo el estado de alarma inicial en marzo del año pasado y por eso se hizo el que acaba de terminar. La pandemia afecta a la Nación entera. Ha sido necesaria la restricción de derechos fundamentales y la herramienta constitucional a tal efecto es el estado de alarma o el de excepción, que tiene que aprobar el Congreso. El Gobierno y la oposición y sus asesores saben que esto funciona así y que terminaría el 9 de mayo el estado de alarma y que este marrón existiría de nuevo. Ahora se lamentan y echan la culpa a los otros partidos y al genérico ciudadano irresponsable porque no han hecho los deberes. Si no se hubiesen obsesionado con la amargada campaña electoral divisoria en Madrid, les habría dado tiempo debatir, llegar a acuerdos y legislar a tiempo. Ahora toca sufrir un poco más.