¿Hay un problema con el voto municipal en España o son 20 pueblos sueltos de 8.000?
El precio de un voto municipal en España, incluso en un mercado tan fragmentado y tan poco transparente, parece estar en el rango de 50 a 200 euros.
Los españoles votan hoy en las elecciones locales y autonómicas. El agua y la sequía para los agricultores, las viviendas y los okupas, los ex terroristas asesinos en las listas electorales de los separatistas vascos y el escándalo Vinicius por el racismo en el fútbol han sido los grandes puntos de discordia nacional en las últimas dos o tres semanas. La campaña ha terminado, sin embargo, con fealdad democrática, con una explosión de noticias sobre la compra de votos a nivel local.
Una lista no exhaustiva de los lugares donde se ha denunciado algún tipo de fraude electoral en los últimos días de esta campaña electoral incluye: Melilla (Norte de África), Mojácar (Andalucía), Albudeite (Murcia), La Gomera (Islas Canarias), Moraleja de Sayago (Castilla y León), Bigastro (Valencia), Las Hurdes (Extremadura), Pozuelo de Calatrava (Castilla la Mancha), Carboneras (Andalucía), Castro Caldelas (Galicia), Paterna del Campo (Andalucía), Mazarrón (Murcia) ), Vallalba del Alcor (Andalucía), Jaén (Andalucía), Arona (Islas Canarias), Valverde del Camino (Huelva).
Algunos casos no pasan de momento de meras acusaciones entre partidos pero otros ya han llegado a los juzgados, con detenciones por parte de la Guardia Civil. El precio por voto, incluso con un mercado tan fragmentado y tan poco transparente, parece estar en el rango de 50 a 200 euros. Los métodos son el voto por correo y el voto telemático y muchos incluyen presiones a inmigrantes, pobres o ancianos, para quienes 150 euros supone mucho pero que al candidato le sale baratísimo para acceder a decenas de millones de euros en suculentos contratos municipales en los próximos cuatro años.
Si de todas las investigaciones y detenciones sale alguna condena, los culpables podrían enfrentarse a hasta tres años de cárcel. La mayoría de los titulares y la atención de los medios de comunicación se ha centrado en la compra de votos por candidatos del Partido Socialista (PSOE), pero si miramos la lista de casos, hay varias denuncias por fraude electoral que implican también a candidatos del Partido Popular (PP).
Los compradores de votos en Albudeite (Murcia) han sido innovadores, ofreciendo porros junto con el dinero. También se ha sabido que una alcaldesa socialista de Maracena (Andalucía) y un alto dirigente regional del PSOE están siendo investigados por el secuestro de otra concejala socialista, después de levantar el juez el secreto de sumario; y en Valencia, un candidato socialista ha dimitido despúes de ser detenido y descubrirse que es miembro de los Latin Kings.
La lista parece larga y genera titulares escandalosos y argumentarios en los últimos días de la campaña pero no dejan de ser dos docenas de lugares de los más de 8,000 municipios donde se vota hoy, y el proceso electoral en España suele ser bastante impoluto. ¿Estas dos docenas de pueblos es la típica política local sucia, muy alejada de las campañas nacionales y las aspiraciones ideológicas pero ahora más visibles gracias a la velocidad de la tecnología y los medios de comunicación, o son representativos de un problema más amplio en la política local en España, la punta de un iceberg que los limitados recursos policiales sólo han logrado investigar en esos lugares? ¿Qué descubriríamos si tuviéramos acceso a todos los whatsapps de todos los candidatos municipales del país? ¿Sucede más de lo que parece y podrían llevarse a cabo mejoras sistémicas en el proceso electoral para evitar que vuelva a suceder en el futuro, o no hace falta hacer esforzarse porque sólo son cuatro pueblos sueltos?
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