Los inmigrantes y las violaciones en España
(06/08/2019) España necesita más realidad y lógica y menos xenofobia alarmista
(Original publicado: 06/08/2019)
La inmigración y las agresiones sexuales son asuntos públicos muy polémicos por si solos. Si se mezclan, se garantizan una retórica explosiva y emociones fuertes. El controvertido caso de la manada en Pamplona—que al final acabó con cinco españoles condenados a 15 años de cárcel—se convirtió en noticia internacional y desde entonces la BBC, el New York Times o The Guardian han contado otros casos en otras ciudades de España. No es fácil ir más allá de los terribles y trágicos detalles de los delitos individuales para intentar entender lo que está sucediendo en todo el país, sobre todo cuando nuestros cerebros captan las sencillas narrativas alarmistas más fácilmente que los matices complejos descritos en las estadísticas en las hojas de cálculo.
Vox (24 diputados en el Congreso) emitió un comunicado xenófobo e incendiario el sábado sobre un nuevo caso de violación en Bilbao, describiendo un país en el que las cobardes "políticas progres" dejan las fronteras de la nación desprotegidas y permiten la entrada de inmigrantes ilegales "salvajes", sobre todo magrebíes, para violar a las españolas, quienes necesitan protección. El "establishment mediático y político"—salvo Vox, por supuesto—tapa estas noticias, según el comunicado, y entre las políticas recomendadas por el partido para solucionar el problema se incluye la expulsión de todos los inmigrantes ilegales, sobre todo los condenados por delitos graves. Vox también citó erróneamente un informe sobre delitos sexuales del Instituto de Ciencias Forenses y la Universidad Autónoma de Madrid. La expulsión de los inmigrantes condenados por delitos graves ya existe en el Código Penal de 1995.
Una y otra vez, el análisis de los diferentes conjuntos de datos disponibles de diferentes fuentes serias muestra no sólo que las mujeres individuales en España no están en peligro inminente de ser violadas en cuanto salgan a la calle hoy o mañana—España es uno de los países más seguros del mundo para las mujeres—sino que más del 99% de los hombres—tanto españoles como extranjeros—ni siquiera será objeto de una denuncia con medidas cautelares por algún tipo de delito contra una mujer, no ya enjuiciado, condenado o encarcelado por violación.
Donde sí hay una pequeña diferencia estadística es en las tasas en las que las denuncias, los juicios y las condenas ocurren para los españoles y los extranjeros en España como grupos. La población oficial de inmigrantes adultos en España fue del 10,26% del total, de media, entre 2013 y 2018. Durante ese período, hubo 11,47 denuncias con medidas cautelares por cada 10.000 españoles pero 48,65 por cada 10.000 extranjeros en España, cuatro veces más. En las otras tres series de datos analizadas (juicios y dos clases de condenas), la diferencia en las tasas entre los dos grupos fue aproximadamente el triple.
Una respuesta común a tales números ha sido que "el 10% de la población comete el 40% de las agresiones sexuales", pero eso es erróneo. La versión correcta es que "el 0,03% del 10% de la población es condenado por el 23.73% de las agresiones sexuales". Los crímenes de un pequeño número de inmigrantes no deberían afectar a todo el grupo, igual que tampoco lo deberían hacer las acciones de un pequeño número de españoles.
Es probable, si se profundiza en el estudio, que tales diferencias estadísticas se reduzcan aún más si se tiene en cuenta la edad, los ingresos, el trabajo, los niveles de educación y otras referencias. También se ha sugerido un aumento en la cifra de población extranjero porque la cifra del INE no tiene en cuenta a los inmigrantes ilegales o a los turistas. Las cifras del CGPJ sí reflejan la nacionalidad de los procesados en el sistema.
Otro aspecto notable son las tasas de juicios y condenas en cada fase comparadas con las denuncias iniciales para cada grupo. Si se aplica la misma Justicia, el mismo proceso, a ambos grupos, ¿por qué—aunque la tasa para los extranjeros sea el triple—se envía a juicio al 77% de los españoles frente al 50% de los extranjeros? ¿Por qué se condena al 60% frente al 43% de extranjeros? Por lógica, parte de la respuesta debe ser que tras analizar las denuncias iniciales, en el caso de los extranjeros, fiscales y jueces encuentran menos pruebas suficientes para mandarlos a juicio o luego condenarlos.
El verano pasado, hubo otra hiperventilación mediática por la llegada de inmigrantes ilegales de África en pateras, explotada por Vox y el PP, y el aluvión de comentarios desde la izquierda o los feministas sobre la violencia contra las mujeres en España es más o menos constante, debido lógicamente a las tragedias individuales pero a pesar del relato distinto que cuentan las estadísticas a nivel nacional. Cada pocas semanas, las televisiones se enganchan a un nuevo caso mediático y los tertulianos en todos los canales hacen que entre en la conciencia nacional. Este año, esos dos problemas se han combinado en uno. El análisis de los datos relacionados con los extranjeros y las agresiones sexuales en España muestra—como ya hicieron los dos análisis por separado el año pasado—que la retórica ideológica impulsada en los medios de comunicación, que beneficia tanto a los políticos como a los grupos de presión, está lejos de describir lo que realmente pasa en el país en su conjunto.
En los tres casos—para solucionar los problemas relacionados con la inmigración ilegal, para reducir aún más el número de delitos cometidos contra las mujeres, o para investigar las pequeñas diferencias entre españoles y extranjeros como grupos en las estadísticas de agresión sexual—sería mejor un enfoque sistémico, con ideas específicas realistas basadas en cifras reales, en línea con lo que lleva haciendo la DGT, por ejemplo, para reducir el número de muertos en accidentes de tráfico en las últimas dos décadas en España, por ejemplo. Está claro que España no necesita que el debate político y público se divida, se caliente y se aleje de la realidad aún más.