¿Los medios crean miedo en la mujer en España?
(05/08/2022) Si hay tanto terror contra la mujer como dicen los medios y el Gobierno, las turistas deberían reservar para sus vacacions en Grecia o Italia.
A finales de julio, la Cadena SER informaba de que el 90% de las mujeres en España tenían miedo de salir por si fueran agredidas sexualmente, según un estudio de Málaga. Esta semana, los medios están inundados de artículos con una nueva razón para que las mujeres se agobien en España, el "spiking", los pinchazos con agujas, por lo visto una moda importada del Reino Unido.
"El terror tras los pinchazos en discotecas que busca “disciplinar” a las mujeres", titula El Diario hoy. "Marlaska asegura que ya son 60 las denuncias que se investigan por pinchazos a mujeres", escribe ABC. "'Spiking', la psicosis de los pinchazos que vino de Nottingham: 'Ya no salgo de fiesta'", asegura un reportaje en El Mundo. "Mujeres atemorizadas, la primera consecuencia de los pinchazos en España: 'No tengo pensado salir, me da miedo'", dice El País, antes de rebajar la tensión en el texto al hablar de "decenas" de casos porque "por el momento, no está vinculado a delitos sexuales" en ninguno de ellos.
"Es el miedo. Y el miedo basta para someter, para paralizar a quienes están sintiendo esos aguijonazos, las mujeres. Para limitar su movimiento y su espacio, para acotar su libertad", dice una frase de ese artículo.
Si por casualidad se te ocurre ver el telediario a la hora de comer con la cadena estatal TVE durante más de unos días seguidos, te darás cuenta de que todos los días hay una noticia de violencia de género, asesinato, violación, agresión o abusos contra la mujer. Esta semana seguramente harán un segmento sobre el nuevo terror, el spiking. (Esto no sólo lo hacen con la violencia contra la mujer, lo hicieron, como un mecánico martillo mediático, con la pandemia del Covid, el volcán de Canarias y los precios de la luz, entre otras cosas).
Si te lo dice el telediario nacional a la hora de comer todos los días, si te lo dice el gobierno de manera incesante y si te lo dicen los medios digitales varias veces al día, entonces debe ser cierto. Las 23 millones de mujeres en toda España y las millones de mujeres turistas que visitan el país cada año deberían estar absolutamente muertas de miedo. No deberían salir a la calle a comprar leche, ya no tomar el sol en bikini en la playa o divirtirse hasta la madrugada o el amanacer con alcohol y bailes.
El único problema con todo esto es que, mirando la estadística y comparando con otros países, España es uno de los países más seguros del mundo para las mujeres (hilos de 2018, 2019 y 2021). ¿Asesinatos por cada 100.000 mujeres? El Salvador, 15,7; la República Centroafricana, 10,4; Honduras, 10,2; España, 0,5. No se puede bajar mucho más. ¿La mayor cantidad absoluta de asesinatos de mujeres al año? India, 17.101; Brasil, 4.649; Nigeria, 4.441; España, 121. Las líneas de tendencia en España son aproximadamente planas con el paso de los años y aproximadamente el doble de hombres son asesinados cada año. Más del 99% de los hombres en España, extranjeros o españoles, no tienen denuncia contra ellos, no son enviados a juicio y no son condenados por delitos contra la mujer.
Ahora, evidentmente es aterrador, traumático o incluso mortal para aquellas mujeres que tienen la mala suerte de ser una víctima real, y aunque habrá cierto nivel de información insuficiente o incorrecta en los datos, y algunas injusticias mientras los distintos casos reales pasan por el imperfecto sistema de derecho penal, ¿sugieren las estadísticas que la realidad nacional en España se aproxima a una situación en la que el 90% de las mujeres deberían estar aterrorizadas al pensar en salir de casa por la mañana?
Es perfectamente legítimo que un gobierno, o una serie de gobiernos, decidan que la violencia contra las mujeres es algo que les gustaría intentar reducir aún más, pero si varios años de datos y esfuerzos y cientos de millones de euros dedicados al problema han producido una tendencia plana en el gráfico de resultados, esos gobiernos deberían al menos intentar algo diferente. Y los medios de comunicación son libres de escribir sobre lo que quieran pero, ¿alguno se ha preguntado si están exagerando con este tema o aterrorizar a la mitad de la población es una fuente demasiado buena de clics sensacionalistas e ingresos publicitarios?