📰 ¿Qué hacemos con las noticias si Musk destruye Twitter?
En su segunda semana al mando, el nuevo dueño ha mencionado la posibilidad de la suspensión de pagos. Si fuera el caso, ¿dónde leerías muchas noticias?
La semana pasada hablábamos del progreso humano desde la Ilustración y Twitter después de una semana entera con Musk: había logrado despedir a la mitad de la empresa, incluido todo el equipo de derechos humanos, reducir la marca azul a un símbolo de estatus pagado y tuitear una teoría conspiranoíca. Algunos (incluido yo mismo) empezaron a pensar que algún tipo de resultado destructivo importante podría ser al menos una posibilidad plausible.
En la segunda semana, Musk dijo a todos que votaran por los republicanos el día antes de las elecciones en EE UU, tuiteó vulgares insultos personales a Paul Krugman, anunció, des-anunció y luego volvió a anunciar un nuevo tick blanco "oficial", creó el caos con los nuevos ticks azules pagados y la suplantación de identidad corporativa y política, y despidió a más altos cargos, incluidos aquellos que más le habían apoyado en la primera semana.
Luego, las medios más grandes del planeta usaron la frase “suspensión de pagos" en sus titulares sobre Twitter porque Musk había dicho al personal restante en una reunión que eso era una posibilidad. Se dice que otra de las ideas en la lista magnífica es un muro de pago para todos. Se han publicado cientos de artículos para decirle a la gente cómo abandonar Twitter y configurar cuentas en Mastodon o Substack. Es un caos.
Nadie aparte de Musk sabe lo que está haciendo o por qué parece estar ejecutando una serie de acciones que encajarían perfectamente en un plan para destruir la plataforma. Sólo tenemos que pensar en qué pasaría si lo hiciera, ya sea por un diseño nefario o como resultado de la incompetencia y la pérdida de interés de millones de personas mientras colapsa en otra burbuja de la derecha radical llena de desinformación y conspiranoia como Gab o el Truth Social de Trump.
Hasta no hace mucho, Twitter era la fuente más rápida y precisa de información sobre la última hora mundial. Sólo tenías que seguir a los periodistas adecuados. Los últimos giros aparecían allí primero porque allí se publicaba mucha información original todos los días y porque los periodistas tuiteaban antes de escribir sus crónicas o editar sus reportajes de televisión.
Comparado con las noticias que tardaban días o semanas en llegar a los lectores a caballo a principios de la Ilustración, u horas con los teletipos y la televisión centralizada en el siglo XX, Twitter y el iPhone significaban que las noticias de cualquier parte del mundo se podían leer en cualquier otro lugar del mundo con conexión a Internet en menos de un par de minutos.
Y ya fuera por las noticias o por el debate y el conflicto de ideas, había personas suficientes en el mundo participando para que funcionara.
Cualquier persona con un teléfono al lado de un accidente, un político, una multitud o un documento interesante podría comenzar a informar e ilustrar una noticia, y esas noticias, si eran realmente importantes, podían llegar del lugar que fuera en el mundo a la portada de la BBC o la CNN, y de ahí a cientos de millones de lectores adicionales, en unos 20 minutos. Incluso podrías hacer preguntas a las personas involucradas en las noticias.
Desde una perspectiva histórica (recuerda los caballos lentos), eso es instantáneo, y no hacía falta ya más velocidad para las noticias, a nivel humano. ¿Cómo habrían sido otros acontecimientos históricos si hubiesen tenido iPhones, Twitter e información instantánea? El Día D, Waterloo, la Primera Guerra Mundial, el asesinato de Kennedy en Dallas y todo lo demás.
Ya en los últimos años, sobre todo desde la pandemia, Twitter es diferente. Ya no fluye como antes, se ha ralentizado o se ha vuelto más torpe, y ahora Musk parece querer empeorarlo más. Diría incluso que no podría volver a repetir en Twitter, en 2022, lo que hice con el juicio del procés en 2019 o la primera ola de la pandemia en 2020. No sería igual.
Así que en lugar de información mundial rápida, más bien precisa, directamente de tu grupo favorito de periodistas y fuentes, cualquier colapso o fragmentación nos haría retroceder unos pasos, a algo más lento y más dividido o tribal de nuevo. Podrías intentar seguirles aún pero, ¿dónde? ¿Mastodon? ¿Aquí en Substack? ¿Facebook? Tal vez alguien inventaría algo mejor que Twitter algún día que resolvería de nuevo estos problemas funcionales para las personas interesadas en las noticias y los hechos y nuestra realidad compartida pero siempre cambiante.
Creo que volvería a hacer un boletín diario aquí en Substack, con los distintos apuntes y enlaces, además de las columnas diarias con comentarios y contexto. Tendrías aún lo que considero relevante, sobre cómo está cambiando España, pero no de manera tan instantánea, y por correo electrónico en lugar de Twitter.