Sánchez convoca elecciones generales
(15/02/2019) Nadie se acerca a la mayoría en las encuestas, Vox hace de acusación popular en el Supremo, y no habrá Cortes para gestionar un Brexit duro.
(Original publicado: 15/02/2019)
Pedro Sánchez no ha esperado hasta 2020, el límite de cuatro años que impone la ley, para convocar las próximas elecciones generales en España, ni tampoco hasta este otoño o verano, después de las municipales, europeas y autonómicas el 26 de mayo, ni tampoco hasta ese Super Domingo a finales de la primavera, como se había rumoreado. Ha elegido el domingo 28 de abril para la próxima votación nacional, antes de todas las demás.
El 11 de abril habría sido la posibilidad más adelantada, con el plazo de 54 días estipulado en la LOREG desde la disolución de las Cortes hasta el día de la votación. Fuentes anónimas sugerían en los medios esta semana que podría ser el Domingo de Ramos, el 14 de abril, pero al final, el Presidente ha calculado que es mejor esperar hasta después de las vacaciones de Semana Santa, por si hay muchos votantes potenciales en la playa tomando el sol, o disfrutando de algún viaje al extranjero, o participando en las procesiones. Una convocatoria tan adelantada indica debilidad: el gobierno sólo ha durado ocho meses y no aguanta más. El Presidente debe creer además que el PSOE se enfrenta a una derrota importante en las municipales de mayo, con el carácter previsor que éstas suelen tener en España de cara a las siguientes generales.
Las de Abril serán las terceras elecciones generales en poco más de tres años: las dos últimas fueron en diciembre de 2015 y junio de 2016, más la moción de censura a Mariano Rajoy en mayo del años pasado, que aupó al Sr. Sánchez al poder. A España no le ha ido bien con los gobiernos minoritarios y un parlamento a cuatro bandas entre el PP, el PSOE, Podemos y Ciudadanos. Ahora nos vamos a uno a cinco partidos, aún menos consolidados a nivel nacional, o incluso seis si consideramos a los nacionalistas como otro grupo, después del auge explosivo de Vox en las andaluzas en diciembre.
A los políticos españoles no se les dan bien las coaliciones y nada sugiere que vayan a mejorar de aquí a finales de abril. Nadie querrá pactar, sea cual sea el resultado, ya que la campaña electoral, que arranca hoy de manera extraoficial, seguirá su curso, rumbo a las municipales, autonómicas y europeas a finales de mayo, directamente. No espere que se forme un nuevo gobierno en España hasta junio.
La meta para una mayoría absoluta en el Congreso es el 44% del voto. Ningún partido se acerca a eso, según las encuestas. Si tomamos el promedio de las últimas diez para cada partido, el PSOE está en el 23,7%, el PP en el 21,0%, Ciudadanos el 19,4%, Podemos el 14,9% y Vox subiendo al 10,7%. En términos de posibles coaliciones, la opción de izquierdas PSOE-Podemos baja al 38,6%, la opción centro-izquierda de PSOE-Ciudadanos baja al 43,1%, un PP-PSOE bipartidista de antes está en el 44,8%, y la triple alianza de derechas PP-Ciudadanos-Vox sube hasta el 51,2%.
España estará sin Cortes cuando llegue un Brexit duro el 29 de marzo, y sin parlamento o con el Gobierno en funciones durante la mayor parte del juicio a los separatistas, que ha comenzado este martes y que durará al menos esos meses.
Un Brexit sin Acuerdo, entre otras muchas cosas, podría hacer que el turismo, el sector aéreo y las exportaciones agrícolas de España a los supermercados del Reino Unido se conviertan en un caos. ¿Cuántos turistas británicos cancelarían sus vacaciones de Semana Santa en las costas españolas? Dado el impacto en el sector aéreo, ¿cuántos aviones llegarían a España mientras se van cumpliendo los 54 días hasta las elecciones? ¿Veremos imágenes de camiones españoles haciendo cola en puertos del norte de Francia para intentar cruzar a Inglaterra, o conductores españoles metidos en atascos gigantescos en Kent, quejándose de que sus productos se están pudriendo?
¿Qué impacto tendrían esos acontecimientos en la campaña? Los partidos de la oposición se apresurarían a culpar al Sr. Sánchez y al PSOE de la mala gestión y la casi total falta de preparación para el impacto del, o el impacto económico y los efectos sobre el desempleo. ¿Resistirían Vox y el Sr. Abascal, que tiran hacia un mayor orgullo nacional, la tentación de hacer comentarios sobre los jubilados británicos post-Brexit y el ya problemático sistema de pensiones o la Sanidad en España? ¿El PP, compitiendo con Vox por los votos más hacia la derecha, haría de estadista en lo concerniente a Gibraltar?
¿O los cinco partidos, ninguno cerca de una mayoría absoluta, se apresurarían a publicar tweets, videos y comentarios, y al carajo los efectos del Brexit?
Elsa Artadi, portavoz del Gobierno catalán, dijo en respuesta al anuncio de elecciones anticipadas, que "España es ingobernable mientras no se resuelva el conflicto político con Cataluña". El diputado de Esquerra, Gabriel Rufián, tuiteó: "No seremos solo un partido. Seremos un dique, un frente contra el fascismo".
El líder del PP, Pablo Casado, dijo que su partido había "conseguido que Sánchez tire la toalla". El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien lleva desde mayo del año pasado pidiendo elecciones, dijo que esta era una oportunidad para "una nueva etapa de unión y regeneración donde el futuro lo decidamos los que queremos fortalecer nuestra nación y no Junqueras, Puigdemont ni nadie que quiera liquidarla". El líder de Vox, Santiago Abascal, escribió que había llegado la hora de que la "España viva" reconquistara "su futuro", y tachó al Gobierno de Sánchez de "incapaz, cobarde, ilegítimo y traidor".
La portavoz de Podemos, Irene Montero, dijo que su partido quería ganar, o al menos ser "la fuerza que lidere el bloqueo progresista" contra la derecha. Según Europa Press, Pablo Iglesias seguirá con su baja paternal hasta finales de marzo. El partido tiene problemas regionales en Galicia, Andalucía y Madrid.
¿Cómo reaccionarán los españoles? Si las andaluzas en diciembre eran representativas de algo, los votantes en el resto de España tienen ganas de protestar por la crisis separatista en 2017. Éstas serán las primeras generales desde esa crisis. En Andalucía, las primeras autonómicas desde la declaración de independencia, los dos partidos que más habían defendido la idea de una España unida, Vox y Ciudadanos, se llevaron los 24 escaños cedidos por el PP, el PSOE y Podemos. Ahora Vox sale en la tele todos los días como acusación popular en el juicio, no sólo un defensor retórico de España sino el único partido político que lo ha hecho ante un tribunal de justicia, en medio del mayor juicio en décadas, un momento clave para la nación.
El gobierno saliente, como no, ha recibido el apoyo de los separatistas catalanes, que ahora se enfrentan a la posibilidad de una vuelta de la derecha y la amenaza de un nuevo Artículo 155, esta vez más potente.
Es difícil evitar la conclusión de que los acontecimientos han obligado a Pedro Sánchez a convocar estas elecciones anticipadas en el peor momento posible para el PSOE y para Podemos. Su única esperanza quizás sea que las haya convocado con tanta antelación que los tres partidos de derecha no tengan tiempo para prepararse adecuadamente para la campaña.