Sánchez, el Tribunal Constitucional y Cataluña
Se supone que existe cierta distancia entre los poderes legislativos, ejecutivos u judiciales.
El Gobierno de Sánchez ha decidido romper el estancamiento institucional sobre el poder judicial en España nombrando a dos nuevos magistrados al Tribunal Constitucional que hasta hace poco trabajaban...para el Gobierno de Sánchez.
Juan Carlos Campo, juez funcionario de carrera, no jugó un papel cualquiera en el Gobierno de Sánchez. No era el Ministro de Asuntos Menores ni el chico que preparaba el café en los consejos de ministros. Juan Carlos Campo fue...el Ministro de Justicia, hasta el 12 de julio del año pasado. Antes de irse, firmó los indultos a los separatistas, en contra del informe del Tribunal Supremo sobre el asunto.
Laura Díez Bueso, catedrática de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona desde 2020, fue la Directora General de Asuntos Constitucionales y Coordinación Jurídica en el Ministerio de la Presidencia y Relaciones con las Cortes entre febrero de 2020 y el 26 de abril de este mismo año. Fue asesora del Gobierno catalán para la reforma del Estatuto hace veinte años y figura hoy como Vicepresidenta del Consejo de Garantías Estatuarias de Cataluña, que aconseja al Gobierno o al Parlamento de Cataluña sobre nueva legislación.
Campo cogió el relevo como Ministro de Justicia a Dolores Delgado. Delgado, después de dejar de ser Ministra de Justicia, se convirtió en la Fiscal General del Estado, y ahora ha vuelto a ser fiscal de sala ante el Tribunal Supremo. Tras la dimisión de Campo, y tras haber firmado él los indultos a los separatistas catalanes, Sánchez cogió a la Presidenta del Senado, Pilar Llop, y la nombró nueva Ministra de Justicia.
Del poder judicial al poder ejecutivo, o del poder ejecutivo al poder judicial, o de presidir un órgano legislativo a ser ministro del Gobierno, con un par de llamadas y una nota en el BOE. Y en los tres casos, el cargo clave del Gobierno, relacionado con los tribunales o el poder legislativo, era el Ministerio de Justicia.
Las democracias modernas desde la Ilustración han intentado al menos mantener la separación de poderes. Montesquieu es la referencia estándar. Madison dijo que: "La acumulación de todos los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, en las mismas manos, ya sean de uno, de unos pocos o de muchos, y ya sea hereditario, autoproclamado o electivo, puede decirse con justicia que es la misma definición de tiranía".
Pedro Sánchez parece obrar de forma consistente en contra de esos principios, con una notable inclinación hacia Cataluña. Las primeras reacciones de los medios esta mañana hablaban más de un impacto progresista general en el tribunal, pero ¿qué querría hacer el Presidente con los tribunales y Cataluña? La reforma de la sedición, que afectaría directamente a Puigdemont y los demás, acaba de empezar su trámite parlamentario. ¿Intentaría conseguirles el referéndum que llevan años exigiendo?