Vox desperdició su moción de censura y surge una nueva opción para dividir aún más a la izquierda
Yolanda Díaz confirma que quiere ser la primera Presidenta de España.
Vox perdió su moción de censura, por supuesto, como ellos y todos los demás sabían antes de que empezara. El exdiputado comunista Ramón Tamames, con sus 89 años, y quien de alguna manera acabó como candidato, no sustituyó a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno el 22 de marzo.
Dado lo sucedido durante el otoño con la desastrosa reforma del Código Penal, que ha permitido que centenares de violadores y delincuentes sexuales condenados hayan visto reducidas sus condenas o incluso hayan sido puestos en libertad antes de tiempo, se podría argumentar con cierta coherencia que había un caso moral para presentar la moción de censura contra el Gobierno, aún sabiendo que políticamente iban a perder. Y eso lo podrían haber presentado en todas las campañas electorales de este año como una posición fuerte, aunque numéricamente inútil, contra algo que mucha gente al menos habría reconocido como un problema.
Vox también podría haber enmarcado esa postura moral fuerte contra la cínica inactividad de su competidor en la derecha, el Partido Popular, y estoy seguro de que eso habría convencido a algunos votantes conservadores. Muchos seguramente encuentren repugnante e injusto lo que ha pasado. La habitual retórica polarizante de Abascal podría haber jugado en este caso a su favor pero Vox optó por pedir al excomunista de 89 años que hiciera los discursos como candidato. Así que todos se rieron de ellos y perdieron, y ahora ni siquiera pueden afirmar en las elecciones que adoptaron esa posición moral fuerte o que su líder personalmente hizo todo lo que pudo para articular las preocupaciones del partido frente a Sánchez y Podemos.
La verdadera sorpresa política ese día, como escribí, fue el discurso, el marco, la presentación y la retórica de otro miembro del Partido Comunista, Yolanda Díaz, actualmente Vicepresidenta en el Gobierno de coalición de izquierdas. Ha estado trabajando en su nueva marca política para las elecciones de este año, Sumar. Su discurso hace dos semanas en el Congreso me pareció tan pulido que incluso sonaba presidencialista, y suficientemente presidencialista como para que quizás hasta Sánchez y los socialistas tuvieran que preocuparse por si lograba arrebatarles votos en la izquierda.
En un gran mitin para presentar Sumar este fin de semana, Díaz confirmó esa sospecha de hace quince días: “Creo que puedo ser útil a nuestro país. Hoy, humildemente, voy a dar un paso adelante. Hoy quiero ser la primera presidenta de nuestro país. Quiero ser la primera presidenta de España. Si vosotros lo queréis, lo vamos a conseguir. Quiero ser la primera presidenta del país porque es el tiempo de las mujeres, porque las mujeres queremos ser las protagonistsas de la historia. Hoy quiero ser la primera presidenta del país porque la España de las mujeres es imparable, porque no hay marcha atrás, porque el futuro, hoy, se llama sumar y lo vamos a conseguir”.
A ocho semanas de las elecciones municipales y autonómicas, las encuestas que se han publicado están más o menos donde estaban y de momento, que yo vea, ninguna habla de Sumar. El PSOE todavía está entorno al 25-27%, el PP en el 30%, Vox está atascado en el 14-15% y Podemos por el 10%. El último cambio importante en las encuestas en España fue hace un año cuando Feijóo echó a Casado como líder del Partido Popular, impulsando al PP a la primera posición en general además de distanciarlos mucho de Vox en la derecha. Abascal ha desperdiciado su gran oportunidad parlamentaria para intentar cambiar eso.
En teoría, con el sistema electoral en España, otra división a la izquierda beneficia a la derecha, sobre todo si el PP de Feijóo sigue dominando a un Vox menguante, y a Sánchez como el candidato más fuerte en la izquierda.
No hay partidos mayoritarios dominantes en ninguna trinchera como había antes. Una campaña bien articulada de Díaz, basada en esa búsqueda de un voto feminista histórico, podría alterar el equilibrio actual de manera relevante. Algunos artículos ya hablan de una sugerencia inmediata de una fuga de 200.000 votos de los socialistas a Sumar. Y sólo estamos al principio. Nótese el comentario esta semana de Michavila (GAD3): “El discurso de Yolanda Díaz es más parecido al del PSOE que al de Podemos".
¿Podrían Díaz y Sumar crear y mantener un efecto de bola de nieve hasta las elecciones generales de fin de año? Pedro Sánchez ha dicho hoy en referencia a la aparición formal del nuevo partido de izquierdas que "Mi deseo sería que encajaran todas las piezas del puzle". El exdirigente de Podemos Pablo Iglesias ha dicho que “si Sumar va a les elecciones sin Podemos, será una tragedia electoral y política”. ¿Podemos y Sumar unirán fuerzas en algún momento? ¿Existe una posibilidad más remota de que Díaz realmente pueda cambiar la balanza en la izquierda y terminar con más votos incluso que los socialistas?
Gracias por leer.
Suscríbete ahora:
🔥 Entender mejor los temas que están cambiando España
📝 Todos los artículos
💪 Garantizar la independencia de este análisis y comentarios