🔊 AUDIO
Antes de seguir con la política normal, que mañana habrá que hablar de la debacle de Ciudadanos, por ejemplo, o de la actitud de Vox con el Día de la Constitución, vamos a hablar un momento del racismo que se vio ayer a raíz del partido contra Marruecos en el Mundial, que unos quieren hacer como que no existía y otros como que no era para tanto, que sólo eran palabras.
Para quien no lo vio, Twitter en español se llenó de la frase “putos moros” durante el partido, y luego más cuando España perdió. No es un problema ajeno al ambiente político, ya lleno de narrativas tribales racistas y conspiranoicas de la derecha radical, porque eso crea expectativas públicas y compartidas, y luego todos corren a confirmar sus sesgos xenófobos.
Destaquemos tres ejemplos. Teníamos a Estado de Alarma escribiendo que “los más graves” incidentes se habían registrado en Parla en Madrid, “donde varios marroquíes han quemado un edificio”, bulo que su propio director desmentía horas más tarde, tras hablar con la Policía, pero que incluso en el desmentido achacaba el error “al producirse el día que muchos marroquíes causaban disturbios en España”.
Se publicó que el Alcalde socialista de Murcia había iluminado un edificio público con los colores de la bandera marroquí y el Partido Popular en el Ayuntamiento se apuntó a la teoría, anunciando que exigirían explicaciones urgentes. Aguas de Murcia, donde el edificio en cuestión, desmentía el bulo: que eran sus luces de Navidad de siempre, como se pudo comprobar fácilmente. Hasta al director de La Verdad, periódico mayoritario en una región gobernada desde hace 27 años por el PP, le ha parecido mal esta mañana: un “acto temerario de irresponsabilidad”.
En Murcia también, ya que estamos, se hablaba, en base a un blog anónimo y cuatro tuits sin fundamento alguno, del asesinato en la ciudad de Cartagena de un hombre que llevaba la bandera de España por unos marroquíes. Un asesinato. “Totalmente falso”, me ha confirmado la Policía Nacional esta mañana, quienes han añadido de paso que no ha habido ningún incidente destacable a nivel nacional a raíz del partido ayer.
Algún incidente aislado en alguna ciudad hubo, como siempre que hay grandes fiestas o fútbol: un contenedor en llamas, alguna pelea, algún choque o carrera con algún agente de la Policía. Pero viendo los medios que no son cuentas de la derecha radical, las crónicas eran más bien de celebración y alegría pacíficas, como yo mismo pude comprobar siguiendo durante un par de horas a algunos jóvenes que celebraban la victoria de Marruecos aquí en Murcia (véase el vídeo).
Veíamos el lunes que oficialmente hay unas 870.000 personas de nacionalidad marroquí residentes en España pero que una vez que uno se mete en las distintas definciones de nacionalidad y nacimiento y procedencia y los hijos durante X generaciones, todo es un lío y no hay manera de englobarlo todo. Menos mal que todos somos ciudadanos con derechos ante la ley, que no agrupaciones tribales jerarquizados.
870.000 personas sin ningún incidente destacable.
Fíjate en lo que decía la nota interna de la Policía Nacional antes de ayer: "Lo único objetivo con lo que contamos son el número de marroquíes que están empadronados en cada una de vuestras comunidades". Sólo podían mandar los refuerzos a donde en general hay más marroquíes residentes.
Vox, en palabras de su portavoz europeo, Buxadé, colectivizaba a todos de forma premonitoria: “no queremos ver las imágenes que hemos visto, de comunidades marroquíes en Bruselas, cometiendo actos de vandalismo”, dijo.
En un Estado de Derecho, rige el comportamiento individual según un Cógido Penal después de los hechos, no la colectivización previa. Esa es la narrativa política, el marco ideológico, la manipulación que Vox y las cuentas de la derecha radical promueven con tal de engendrar emociones y rabia y miedo en el ciudadano que les hace proclives a votarles a ellos para que puedan alcanzar algún día el poder en el Gobierno.
La xenofobia no es una idiosincrasia cultural o un modismo pasajero. No es casualidad que ayer en la boca de tantas miles de personas se juntaran de repente las palabras “putos” y “moros”, con un claro significado de odio tribal colectivizado. Es racismo. En el 2022, 74 años después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, no es aceptable. Como veíamos en octubre, Vox, MAGA y los demás miembros de la nueva alianza de derecha radical a nivel mundial promueven una cosmovisión reaccionaria que no es compatible con esos avances históricos de todos.
🔥 Entender mejor los temas que están cambiando España
📝 Todos los artículos + 🔊 audio + 💬 el chat de Substack
💪 Garantizar la independencia de esta información y análisis
El racismo, el partido contra Marruecos y Vox